UN NUEVO CACHORRO EN CASA
Tras la navidad y los reyes magos, empieza el nuevo año laboral y escolar con una adición a la lista de tareas: ¡el nuevo cachorro de casa!
Es increíble como aumentan las llamadas y contactos que recibimos desde enero y a la fecha con el mismo interrogante: “es que tengo un perrito insoportable que se hace pis y caca por toda la casa y necesito que me digan como adiestrarlo”. A lo cual, quizás algo ingenuas o siguiendo el protocolo que corresponde, preguntamos: “¿y qué edad tiene el perro?”. La respuesta a esa pregunta, si bien puede parecer obvia, nunca deja de sorprendernos: “dos meses”. A lo sumo dos y medio, pero de ahí no pasa.
Y se te pasan muchas cosas por la cabeza a la hora de responder al interrogante, pero lo que queda muy claro, es que hay un tremendo desconocimiento de los humanos, en general, a la hora de adquirir una mascota nueva en casa, y es por ello que nos sentimos con la responsabilidad de dar unos consejos que les ayuden un poco a manejar la situación antes de caer en las garras, o bien del oportunista, que de inmediato te ofrece un paquete completo de adiestramiento, o bien del ignorante, que te dice que le pegues al cachorro con el periódico en donde se supone debe hacer sus necesidades.
Vamos a ser claros en algo, antes de desarrollar este tema: ni se le pega, ni se le adiestra en obediencia como si fuera ya un jovencito de 7 meses: ¡SE LE ENSEÑA!
Vamos a poner un ejemplo que nos facilite este concepto: cuando llegas a un país completamente nuevo, con un idioma diferente, una cultura nunca antes vista y unas costumbres ajenas a las de tu casa, ¿no sería mas fácil y sano emocionalmente para ti, si alguien se toma un poco de tiempo en explicarte cómo funcionan todas esas cosas en dicho país, en lugar de castigarte por cometer un error sobre algo que desconoces y llevarte de inmediato a la cárcel por infracción de la ley?
Ya creo yo que te facilitaría no solo la vida, sino además tu permanencia tranquila y feliz en dicho país, e incluso te sentirías motivado por conocer, aprender y saber mas acerca de su cultura y normas de vida, permitiéndote además integrarte en dicho grupo social y hacer de ese nuevo país tu hogar.
Lo mismo ocurre con nuestros cachorritos, que un día de repente los destetan, los separan de su madre y hermanitos (que además suele hacerse antes del tiempo recomendado), los ponen en manos de una nueva familia y como si no fuera suficiente, les exigen conocer a cabalidad las nuevas normas de dicho hogar, que ya asumimos que deben considerarlo su hogar por el simple hecho de que nosotros decidimos que así sería.
Es importante entonces que nos armemos de paciencia y amor, y enseñemos a este compañero de vida esas nuevas reglas como : no morder las patas de la mesa, no subirse al sofá, hacer pis y caca en el jardín o no dañar los zapatos de la dueña de casa.
La mejor forma de hacerlo, es aprovechando sus momentos fisiológicos de hacer sus necesidades (cuando se despierta, tras la comida o después de un intenso juego), para llevarlo al lugar que hemos escogido como su baño, y esperar a que haga sus cositas allí para poder felicitarlo por ello.
También es importante enseñarle el significado del “No” sin carga emocional, sin gritos, sin ira, solo como una información de que lo que hace es incorrecto y debe “dejar de hacerlo” para poder “hacer” otra actividad que si sea permitida como: jugar con su pelota, su KONG o su peluche nuevo.
La repetición de estas indicaciones, acompañadas de afecto, juegos de olfato, socialización con otros perros y otras personas y habituación positiva a nuevas experiencias, harán que nuestro cachorro vaya aprendiendo las normas de convivencia dentro de su nuevo grupo social, manteniendo siempre un estado emocional óptimo que le motive a seguir atento a las indicaciones de sus dueños para aprender cada día algo nuevo y fortalecer ese vinculo tan importante para el desarrollo nuestro peludito en lo que el mismo va a considerar su nuevo y feliz hogar.
AUTOR: Eliana González
